El rol del Banco Depositario ha cobrado mayor importancia al emitirse nuevas normativas en el sector de los fondos durante los últimos años.

El regulador, con el objetivo de mejorar la seguridad de los activos e incrementar la confianza del inversor en el sector, ha potenciado la responsabilidad del Banco Depositario confiándole una función supervisora independiente en el marco de la estructura de fondos.

Ofrecemos a nuestros clientes institucionales un nivel de servicio completo o parcial que cumple totalmente la legislación actual, teniendo en cuenta cualquier cambio que pueda producirse en ella. Nuestra oferta de valor se basa en una política de arquitectura abierta. Esto significa que trabajamos con una amplia red que incluye la administración central, agentes de transferencia, subcustodios, intermediarios, etc.

 

La gama de servicios ofrecida se divide en 4 áreas clave y cubre estructuras de fondos previstas en la directiva AIFMD que invierten en activos tradicionales o alternativos.

  • Custodia segura: conservación de ciertos activos en custodia, verificación de la titularidad y mantenimiento del registro de activos.
  • Tratamiento y liquidación: liquidación de todas las transacciones con respecto al instrumento financiero adquirido, vendido o permutado y pago al agente por el fondo.
  • Control del flujo de efectivo: supervisión y reconciliación, revisión de las transacciones relevantes y control de las discrepancias.
  • Supervisión: revisión de las reglas del fondo y de los protocolos, garantía del cumplimiento de la revalorización de las reglas del fondo y de las políticas de inversión, control de las suscripciones y reembolsos, y seguimiento de los delegados.
  • Fondos alternativos
  • Activos financieros tradicionales
  • Activos alternativos (por ejemplo: capital privado, propiedades inmobiliarias…)